¿Cómo va tu diciembre? Sin duda alguna, es un mes mágico y yo no podía cerrar el año sin antes compartirte a la mujer emprendedora del mes de diciembre, la cual fue elegida porque se me acercó hace unos meses durante la Feria del Libro 2019 y se mantuvo en contacto muy interesada en hacer parte de este segmento. ¡Su actitud me hizo elegirla!

Su nombre es Caridad Hernández, ella es, a sus 30 años, psicóloga clínica. Su emprendimiento es un consultorio para atender niños, adolescentes y adultos. Estudió Licenciatura en Psicología con Maestría en Psicología Clínica, lo que le ayuda a entender el problema de cada paciente y lo que hay detrás.

Su capital semilla para empezar su emprendimiento nace gracias al apoyo de su papá quien la impulsó y fue su aliado dándole la inversión para arrancar. ¡Una familia unida jamás será vencida!

En unos años, se ve atendiendo a más personas y ayudándolas a tener una mejor relación consigo mismas y con las otras personas. El reto más difícil como psicóloga clínica ha sido la capacitación constante que recibe, su propia supervisión, terapia personal, en fin, todos los controles que le ayudan a ser una mejor profesional. Lo que más disfruta de su trabajo es aprender junto a sus pacientes y ayudarlos a ser más fuertes después de escuchar lo que están experimentando.

Trabaja mucho con niños autistas, quienes necesitan ser comprendidos desde un punto de vista diferente.

Al pedirle su opinión sobre el rol de la mujer de hoy, ella me compartió un punto muy interesante: “Las mujeres deben pensar más en ellas mismas, mirar hacia adentro, reconocer que tenemos fortalezas y puntos que tenemos que mirar para sacar lo mejor de ellas; no ignorar lo negativo, por el contario, ver lo negativo para sacar lo mejor de eso”.

Su mensaje para la familia en esta Navidad es, “no te preocupes por lo material, la ropa, la comida, la fiesta sino en cómo podemos pasar el momento juntos, en la experiencia y el verdadero significado de esta época”.

Recomienda que cada persona tenga un psicólogo aunque disfrute una vida normal o feliz ya que no necesariamente debes pasar por una experiencia traumática para asistir a su consulta, sino que es tan importante como ir a un médico general.

Curiosamente la mayoría de sus pacientes, hoy en día, son hombres y nos contó que el problema más común que enfrenta el ser humano, según su experiencia, es la falta de procesamiento de las situaciones difíciles: “Hay dificultad para mirar el problema, la gente se asusta, hay que afrontar el problema para poder ver un cambio real y profundo”.

A las mujeres emprendedoras, les dice: “Reconozcan su labor y las necesidades que puedan tener. No solo lo que hacen, sino lo que sienten. No todo es la acción y lo que está por fuera como resultado de lo que hacemos, sino también es importante lo que verdaderamente sentimos y queremos”.

Hablamos un poco acerca de las redes sociales en un mundo revolucionado por el Instagram y me agregó: “Las redes sociales son un medio de comunicación y todo depende de cómo las usemos. Generan estrés, pero también dan oportunidades”.

Les cuento que quedé muy interesada en visitarla al menos una vez al mes. Al final de cuentas, no podemos guardarnos tantas emociones, tenemos que conversarlas y direccionarlas de la mejor manera a través de una guía profesional como lo es una psicóloga.

Esa idea de que el psicólogo es para los locos, es una excusa. De hecho, he leído que muchas personas exitosas tienen un psicólogo. Que la excelencia y disciplina que tenemos en el trabajo también la llevemos a nuestra vida personal porque el verdadero éxito es cuando logramos un balance en 4 aspectos: físico, mental, espiritual y social.

El consultorio de Caridad se ubica en Royal Center y pueden contactarla a través de su Instagram @caridadhernandezpsicologa

¡Felicidades Caridad! Deseo que impactes la vida de muchas personas y a ustedes que me leen, los invito a empezar una nueva década poniendo en orden todas esas ideas y emociones, preocupándose un poquito más por ustedes mismos que representan su capital más importante. Absolutamente todo lo que logramos viene de adentro hacia fuera; pero… ¿Cómo estamos por dentro?

Besos, 
Sheldry