¿Cómo les fue la primera semana del mes chicos? Espero que muy bien, yo la he aprovechado mucho, estoy en semanas de finales de la universidad así que me siento feliz de culminar mi último segundo cuatrimestre, porque ya estoy en mi último año de mercadeo.
Esta semana me he enfocado más en escribirles líneas motivacionales porque creo que siendo el octavo mes del año, es muy oportuno. Hoy leerán sobre mis momentos de fracaso; siempre les cuento mis alegrías así que en esta oportunidad voy a contarles sobre mis tristezas.
Y como todos, tengo muchos momentos de tristezas y es por esa razón que me voy a concentrar en tres momentos de fracaso:
- Uno de los que más recuerdo fue mi primera calificación de 3.0 en el colegio. Si no me equivoco fue un 3.4 y sucedió en cuarto grado. Sentí que el mundo se caía sobre mi, sé que no es tan grave; pero para una niña tan estudiosa como lo fui yo acostumbrada a ganar 5.0, era una noticia muy triste. Literalmente me puse a llorar, y la profesora de matemáticas tuvo que sacarme afuera del salón para hablar conmigo. Me motivó a mejorar en mi próximo examen y de cierta forma me consoló al ver mis lágrimas. Para mí era un momento de fracaso; sin embargo, más que existir el fracaso, existe el aprendizaje, porque esos momentos de caídas son totalmente necesarios para crecer y alcanzar los momentos de triunfo. Sin tristezas, la felicidad no fuera tan satisfactoria. Después de eso, me puse las pilas y ocupé el segundo puesto de honor en mi generación. Lo que quiere decir que los momentos de fracaso son PASAJEROS, si te levantas y te ENFOCAS, el fracaso te ayudará a alcanzar tu victoria. ¡No te desanimes!

- Esto lo tengo que mencionar: me han “dejado” unas dos veces en mis pocos intentos de relaciones jajaja… ¿cómo olvidar esos momentos de fracasos?. A qué mujer eso no la hace sentir por un momento “poco interesante”. Hoy miro hacia atrás, y no puedo estar más agradecida con la vida por cada experiencia que me ha regalado. Hoy soy más madura y mi corazón es más fuerte, me siento preparada para llevar una relación, haciéndome respetar y eligiendo lo mejor para mi. Lo que quiere decir que los momentos de fracaso te FORTALECEN, si te levantas y te pones el uniforme de valiente, el fracaso te ayudará a saber diferenciar entre quién es un buen chico para ti y quién no lo es. Recuerden las buenas decisiones traen felicidad.

- Otro momento de fracaso que puedo mencionar, es aquella vez en New York que fui a un casting y me dijeron en la cara que era de muy baja estatura para ellos. De hecho, el tema de no ser elegida en castings, pasó más de una vez. A mis 18 años era como una puñalada directa al corazón. ¿Saben qué hacía? me encerraba en mi apartamento y me comía solita un empaque completito de helado de chocolate, en huelga con el mundo de la moda, con las mujeres “avatar” y con la delgadez jajaja… Después gané Miss Panamá y recuperé mi autoestima jajaja… ¡No es cierto! La autoestima siempre hay que mantenerla por simple amor propio. La verdad es que de vez en cuando es bueno que nos digan que NO para que mantengamos los pies sobre la tierra y no se nos suban los humos. Si te dicen que NO, míralo como una lección y acéptalo con humildad. Ya vendrá tu oportunidad, y seguro será aún mejor. La competencia también te ayuda a superarte cada día más, así que mira el lado amable del NO. Lo que quiere decir que los momentos de fracaso nos HACEN HUMILDES y la humildad nos hace GRANDES, si te levantas y sigues en busca de la realización de tus sueños, lo lograrás.

Tengo muchísimos más momentos de fracasos; pero si les cuento todos, se me duermen jajaja. Al final del día; todos son pasajeros, te fortalecen y te hacen grande así que no lo mires como un fracaso, sino como un APRENDIZAJE. ¡Ánimo!

Besos, 
Sheldry
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